Cuando llegué tenía sobre la mesa una labor de punto de cruz y cuando fuí a cogerla para echarla un vistazo me llevé una grata sorpresa, era un reloj lleno de animales de granja que me encantó y que enseguida pensé en lo bonito que quedaría en mi cocina.
Así que con su permiso, hice unas copias y empecé la labor sin pensármelo.
Era como una especia de carrera, ya que ella tenía el reloj abandonado y cuando yo empecé el mío, pues se animó ella también. Casi la pillo, pero al final me ganó y lo terminó ella antes.
Como yo era novata, pues dejé el repaso de todas las figuras para el final, y claro, luego era muy aburrido. Eso ya no me vuelve a pasar y ahora ya voy repasando a medida que avanzo con la labor.
El resultado creo que no está nada mal, al menos a mí me encantó verlo allí puesto.
Ahora tengo entre manos otro cuadro para mi cabaña, pero bueno como todo esto lleva mucho tiempo pues ya os pondré otra entrada con el modelo y el trocito que tengo hecho.
By Lorena.